Perú, problemas...
Nos quedamos atrapados, de lunes a viernes, cuando nos sacaron.
Ahí nos fuimos a Cusco, lloré en la plaza para descargarme de todos los sentimientos que mantuve sin darle una salida.
Me fui a Iquique en un Hércules de la FACH y ahí me quedé atrapado de nuevo hasta el miércoles(era viernes), pues LAN no tenía más vuelos.
No quería en un comienzo pero terminé disfrutando mucho la ciudad. Incluso un día fuimos a Humberstone con mis nuevos amigos.
Otro fuimos a la playa e incluso un día nos emborrachamos en la avenida principal de la ciudad.
Lo bueno es que mi amiga danesa tenía un amigo que vivía en la ciudad, así que nos quedamos en su casa que era muy muy linda. Hubo un carrete para nosotros, nos llevaron a comer empanadas de camarón queso, y ya luego aprendimos airnos y venirnos en colectivo, pues el amigo trabajaba.
Perú, día 6
Ese día comenzó temprano. A las 1.30 nos levantamos para ponernos a subir el cerro. Eran 450 metros los que teníamos que subir a casi 2000 MSNM.
Los hicimos en tres horas, a las 4.30 estábamos ya en la cima. No paramos, Rie pedía por favor unos segundos de break. No sé que nos pasó pero la adrenalina nos tomó a todos y subimos el cerro en poquito tiempo.
¿Por qué? Porque la organización solo deja subir 200 personas a Huayna Pichu, una cima aún más alta que Machu Pichu (200 metros más apróx) del que se puede ver sobre las nubes Machu Pichu chiquitito. Es una subida muy difícil por lo parado. Las construcciones que hay ahí arriba sí que dan para pensar cómo cresta las construyeron, pues yo mismo me sentía con miedo de mirar hacia atrás por miedo a caerme por esas escaleras (ver foto). Muchas veces me tuve que poner a caminar de rodillas
por el miedo a caerme por algún precipicio al río Urubamba, casi 700 metros abajo.
Volviendo al inicio, cuando llegamos a la cima se puso a llover, en la alta montaña andina al amanecer, y hacía un frío atroz. Esperábamos las 8.30 am para que abrieran el parque Machu Pichu.
Una vez abierto, nos fuimos a una curiosa casita rústica a comer el cocaví que llevábamos. Nos dimos cuenta, mientras pelábamos palta y tomate, que ¡era una ruina inca! Nos podían echar, arrestar o quizás qué cosa. Así que largamos de ahí luego de comer y nos pusimos al lado de un grupo que había pagado un guía.
La verdad es que es un lujo estar ahí arriba, simplemente impresionante como toda la ingeniería fluviar aún funciona, como todas las construcciones están aún en pie. Cuando uno entra, se hace la típica pregunta que uno cree se va a hacer "cómo mierda hicieron esto aquí?
Es un must see de alguien el vida, muy muy lindo.
Luego de esto, fuimos a Huayna Pichu, estuvimos mucho rato en la cima y nos fumamos un joint con mis amigos argentinos, el cual no nos dejó bajar- literalmente- por dos horas.
Una vez que logramos bajar del cerro, salimos de Machu Pichu a comer. Se puso a llover y con Rie decidimos volver esa misma tarde en tren a Cusco para tomar el avión. Estábamos ya muy cansados.
La sorpresa fue gigante, pues la estación estaba llena de gente. El agua del río Urubamba había subido mucho debido a las lluvias y estaba peligrosamente cerca de las líneas. Se suspendían todos los viajes por lo que quedaba del día.
Fuimos al hostal, llamé a Chile y nos fuimos a comer una mala hamburguesa.
Después volvimos y dormimos, estábamos muy cansados
Perú, día 5
El plan original del día 5 era ir a Machu Pichu, pero nuestros nuevos amigos nos convencieron de extender nuestra estadía en Aguas Calientes un día más, e irnos a las termas de la ciudad, para así relajarnos un día e irnos con energía a la montaña.
Eso hicimos y de verdad, no recuerdo día más relax que ese.
El escenario es este: Alta montaña, agua termal caliente, un "coca sour", lluvia que contrasta con lo caliente del agua y No Woman No Cry de Bob Marley. Simplemente un paraíso.
Básicamente eso hicimos todo el día. Nos fuimos a acostar para despertarnos tipo 2am para subir a Machu Pichu
Perú, día 4
Este día comenzó muy temprano. A eso de las 6.
Nos levantamos, arreglamos una mochila con cosas básicas y nos fuimos a tomar el bus de las 8 que nos llevaría a Santa María. Ahí tomamos una van junto a otros turistas hacia la "hidroeléctrica", donde nos pusimos a caminar hasta Aguas Calientes.
En el camino nos hicimos bien amigos de este grupo de 2 argentinos, una colombiana, un portugués y una italiana. La ruta es simplemente preciosa, muy linda. Se te paran mariposas en las manos, cuando oscurece aparecen luciérnagas y ves cómo la vegetación se apodera de cada centímetro disponible. Elegiría hacer de nuevo este camino ( y no el de tren, muchísimo más caro y en el cual pasas por esto en cuestión de minutos) solo por la experiencia.
El problema, es que el camino en bus es horroroso y te mueres de miedo, el bus se demora a lo menos 8 horas y la van casi una y media ( los conductores en Perú tienen licencia solo por obra y gracia del espíritu santo) y se oscurece, por tanto es IMPERANTE llevar linterna.
Pero vale totalmente la pena.
Ese día terminó comiendo un menú de 12 soles en el lado peruano ( el pueblo se divide entre la mitad turista y la mitad peruana).
Perú, día 3
Este día comenzó temprano. Cerca de las 8 teníamos reservado el tour que tomamos el día anterior por 20 soles(regateando) para ir al Valle Sagrado.
Si se hacen una idea, Cusco está en un valle. El tour del día anterior era por la ciudad y sus alrededores inmediatos, este en
cambio era por el valle entero.
El bus nos lleva a un mercado costumbrista donde puedes comprar varias artesanías súper bonitas, el mercado de Pisaq. Luego nos dirigimos a la
ciudadela de
Pisaq. Para llegar a ella hay que caminar harto, pero es un trayecto muy lindo, con mucha vegetación y con senderos que bordean el cerro.
Al llegar, te encontrarás con una vista panorámica de altura preciosa. La ciudadela es justamente eso, una mini min
i ciudad que te muestra sucintamente cómo construían los Incas. Es bien
bonito y como dije en el post anterior, es un buen approach a lo que se viene: Machu Pichu.
(esta es Rie, mi amiga danesa. Atrás se puede ver la ciudadela)
Luego de eso se hace hora de almuerzo. El bus te deja en un restauran que te cobra cerca de 12 dólares por un almuerzo Buffet. Es bueno, pero nosotros elegimos comer un menú por cerca de 2 a 3 dólares, unos 15 soles. El menú en un restauran humilde es pescado con arroz, ensalada, sopa, pan y jugo.
Ojo, que cuando salimos se puso a llover, algo muy común para el lugar en esta fecha (finales de marzo).
El tour te lleva ahora a Ollantaytambo, lugar de una segunda ciudadela pero esta vez mucho más imponente, pues al llegar te enfrentas con unos escalones interminables y de un ancho enorme
Después de subir todo esto, nos vamos a Chinchero (ya se está oscureciendo), un pueblo español a la antigua. Indígenas te enseñan cómo le dan color a sus ropas mediante la molienda de bichos y de polvos de diferentes colores. Luego fuimos a una iglesia muy linda.
Acá conocimos a un tierno niño que junto a sus amigos nos perseguían para vendernos unos
toritos, que según la tradición son de buena suerte si se ponen en el techo.
Al llegar de vuelta a Cusco, Rie se enfermó y se fue a acostar. Yo, bajo una fuerte lluvia, fui a comprar los pasajes para el día siguiente, en el que nos iríamos a Aguas Calientes vía la hidroeléctrica. También fui a comprar comida a un local súper caro y además conocí a unos extranjeros que estaban en la habitación del lado y me puse a tomar con ellos.
Perú, día 2
El segundo día de nuestro via
je a Perú fue de conocer Cusco.
Nos levantamos y fuimos a comprar un ticket que te permite entrear a todas las atracciones turísticas de la ciudad y sus alrededores.
Luego, y regateando mucho, compramos un tour que nos llevaba por los lugares más representativos de la ciudad y por algunas otras ruinas cerca de Cusco. Costó 15 soles ( unos 3mil pesos).
Después de comprar el tour, quisimos probar la segunda comida que un taxista me dijo que era típica de la
zona: el cuy. Buscamos datos y compramos el animal donde todos los lugareños lo hacen. La verdad, es que luce bien mal .
De verdad no quería que fueran prejuiciosos, yo tampoco quise serlo, pero es un asco de comida.
Primero por el look, con dientes, uñas y ojos.
Segundo, porque los rellenan con unas hierbas súper fuertes.
y Tercero, porque tienen muy poca carne.
Si van a Cusco, NO COMAN CUY.
Después de nuestro poco contundente y poco apetitoso almuerzo, nos fuimos a hacer este tour .
Comienza en el Koricancha (templo Inca del dios Sol), actual convento de Santo Domingo. En esta construcción se puede ver cómo eran las construcciones españolas adaptadas a la cultura local, con edificaciones en base a grandes piedras puestas por los esclavos indígenas.
Luego nos dirigimos a Sacsayhuamán. Este es el primer gran acercamiento a esas grandes construcciones incas que uno espera ver en Machu Pichu. Un lugar muy bonito.
Nos dan como 30 minutos y nos vamos a Puca Pucará, que es un lugar donde hay una pasada por dentro de unas rocas y más adelante nos vamos al templo del agua o tambomachay. Acá se pueden ver const
rucciones fluviales hechas por los incas.
En conclusión, es un tour para hacerlo pues conoces lugares que de otra forma, a pie, no podrías.
En la noche comimos en el hostal y compramos cosas para el día siguiente, el del tour por todo el valle sagrado
