Tuesday, December 06, 2011

Perú, día 6

Ese día comenzó temprano. A las 1.30 nos levantamos para ponernos a subir el cerro. Eran 450 metros los que teníamos que subir a casi 2000 MSNM.
Los hicimos en tres horas, a las 4.30 estábamos ya en la cima. No paramos, Rie pedía por favor unos segundos de break. No sé que nos pasó pero la adrenalina nos tomó a todos y subimos el cerro en poquito tiempo.
¿Por qué? Porque la organización solo deja subir 200 personas a Huayna Pichu, una cima aún más alta que Machu Pichu (200 metros más apróx) del que se puede ver sobre las nubes Machu Pichu chiquitito. Es una subida muy difícil por lo parado. Las construcciones que hay ahí arriba sí que dan para pensar cómo cresta las construyeron, pues yo mismo me sentía con miedo de mirar hacia atrás por miedo a caerme por esas escaleras (ver foto). Muchas veces me tuve que poner a caminar de rodillas
por el miedo a caerme por algún precipicio al río Urubamba, casi 700 metros abajo.
Volviendo al inicio, cuando llegamos a la cima se puso a llover, en la alta montaña andina al amanecer, y hacía un frío atroz. Esperábamos las 8.30 am para que abrieran el parque Machu Pichu.
Una vez abierto, nos fuimos a una curiosa casita rústica a comer el cocaví que llevábamos. Nos dimos cuenta, mientras pelábamos palta y tomate, que ¡era una ruina inca! Nos podían echar, arrestar o quizás qué cosa. Así que largamos de ahí luego de comer y nos pusimos al lado de un grupo que había pagado un guía.

La verdad es que es un lujo estar ahí arriba, simplemente impresionante como toda la ingeniería fluviar aún funciona, como todas las construcciones están aún en pie. Cuando uno entra, se hace la típica pregunta que uno cree se va a hacer "cómo mierda hicieron esto aquí?
Es un must see de alguien el vida, muy muy lindo.

Luego de esto, fuimos a Huayna Pichu, estuvimos mucho rato en la cima y nos fumamos un joint con mis amigos argentinos, el cual no nos dejó bajar- literalmente- por dos horas.


Una vez que logramos bajar del cerro, salimos de Machu Pichu a comer. Se puso a llover y con Rie decidimos volver esa misma tarde en tren a Cusco para tomar el avión. Estábamos ya muy cansados.

La sorpresa fue gigante, pues la estación estaba llena de gente. El agua del río Urubamba había subido mucho debido a las lluvias y estaba peligrosamente cerca de las líneas. Se suspendían todos los viajes por lo que quedaba del día.

Fuimos al hostal, llamé a Chile y nos fuimos a comer una mala hamburguesa.
Después volvimos y dormimos, estábamos muy cansados

0 Comments:

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home